El aumento de las temperaturas globales es suficiente para alterar drásticamente los bosques boreales en las latitudes septentrionales de la Tierra. Esa es la principal conclusión de un experimento único, que se ha desarrollado durante cinco años, y en el que se han utilizado lámparas de infrarrojos y cables calefactores en el suelo para estudiar los efectos del cambio climático a corto plazo en nueve especies de árboles.
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