Un equipo internacional de científicos ha descubierto que los árboles no solo absorben dióxido de carbono (CO2) durante la fotosíntesis, sino que también pueden eliminar metano de la atmósfera, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el CO2. Los microbios presentes en la corteza de los árboles tienen la capacidad de absorber metano a niveles comparables, o incluso superiores, a los del suelo, que hasta ahora se consideraba el principal sumidero terrestre de este gas. Este hallazgo es especialmente relevante en bosques tropicales, donde las condiciones cálidas y húmedas favorecen la actividad microbiana.
Este descubrimiento podría tener importantes implicaciones en la lucha contra el cambio climático, ya que el metano es responsable de un 30% del calentamiento global desde la era preindustrial. Los investigadores sugieren que la capacidad de los árboles para absorber metano podría convertirse en una herramienta natural adicional para mitigar el calentamiento global. Además, proponen la posibilidad de seleccionar árboles especialmente eficaces en la absorción de metano y la importancia de conservar los bosques existentes para maximizar este beneficio climático.