En la Comunidad de Madrid, la población del buitre negro se ha duplicado desde 2012, pasando de 104 parejas a más de 250 en 2024. Este éxito se debe a los esfuerzos de conservación, que incluyen la protección del hábitat, la alimentación suplementaria y la recuperación de crías caídas. Recientemente, dos pollos fueron liberados tras su recuperación en un nuevo refugio, la finca Término de El Paular. Esta área, adquirida por 4,3 millones de euros, podría ampliar el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
El seguimiento de los asentamientos de buitres negros por parte de expertos en biodiversidad ha resultado en más de 200 anidamientos en 2024. Además, otras especies como la cigüeña negra, el águila imperial ibérica y el buitre leonado también han experimentado un aumento en sus poblaciones. El Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) ha sido clave en la rehabilitación de la fauna local, habiendo recibido 4.698 ingresos en los primeros seis meses del año, de los cuales 768 animales ya han sido devueltos a su hábitat.