El planeta ha acumulado 12 meses consecutivos con temperaturas globales que superan la barrera de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, lo que marca un momento crítico en la lucha contra el cambio climático. Este periodo prolongado de calentamiento resalta la gravedad de la crisis climática, con efectos visibles en los ecosistemas, como olas de calor más frecuentes, pérdida de biodiversidad, y fenómenos meteorológicos extremos. Este incremento persistente en las temperaturas globales pone de manifiesto la necesidad urgente de medidas más ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar los impactos del cambio climático.
Los científicos y expertos en clima advierten que superar esta barrera de 1,5 grados, incluso temporalmente, podría desencadenar cambios irreversibles en el medio ambiente, afectando de manera significativa tanto a la naturaleza como a las comunidades humanas. Este calentamiento sostenido está relacionado con el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera, producto principalmente de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación.
El hecho de que las temperaturas globales hayan permanecido por encima de este umbral durante un año entero es una señal alarmante de que las proyecciones climáticas más severas podrían estar acercándose a la realidad. La comunidad internacional, incluyendo gobiernos y organizaciones, enfrenta la necesidad urgente de intensificar sus esfuerzos para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y evitar que el calentamiento global alcance niveles aún más peligrosos.