En un lapso de cinco días, tres linces ibéricos han sido atropellados en las Carreteras de Andalucía, una región clave para la conservación de esta especie en peligro en extinción. Desde febrero se han elevado la cifra de linces fallecidos por atropello a 41. Las organizaciones ecologistas, como Ecologistas en Acción, han solicitado medidas urgentes a las autoridades para mejorar la señalización y reducir la velocidad en las zonas donde habitan los linces.
La Junta de Andalucía ha implementado tecnologías como cámaras y radares para evitar estos accidentes. Además afirman que se han reducido las muertes un 2% en comparación al 2023. Sin embargo, los grupos conservacionistas afirman que se requiere una estrategia más contundente, pues el tráfico en las carreteras sigue siendo una amenaza constante para la especie. Aunque la Junta destaca sus esfuerzos para reducir estas muertes, Ecologistas critica la falta de transparencia y pide una auditoría de la Unión Europea sobre las acciones financiadas para la protección del lince.