El descubrimiento del fósil del primer dinosaurio descrito por la ciencia trajo consigo mitos, zoofagia y la primera gran campaña de marketing científico.
Hace 200 años, el Megalosaurus se convirtió en el primer dinosaurio identificado científicamente, inicialmente interpretado incorrectamente como restos de un humano gigante. William Buckland, naturalista, lo describió correctamente como un carnívoro bípedo en 1824, desafiando las explicaciones bíblicas y revolucionando la paleontología y nuestra comprensión de la prehistoria.
Este descubrimiento no solo fue un hito científico, sino que también desencadenó una fascinación popular por los dinosaurios, conocida como “dinomanía”. La historia del Megalosaurus simboliza el comienzo de una nueva era en el estudio de la historia natural y la evolución.