Un estudio realizado en el Parque Nacional de Yellowstone (EE.UU) ha revelado que los lobos infectados con el parásito Toxoplasma gondii tienen hasta 46 veces más probabilidades de convertirse en líderes de su manada en comparación con los lobos no infectados. Este parásito, que requiere de felinos para completar su ciclo vital, puede infectar a cualquier animal de sangre caliente, incluyendo humanos.
Una vez en el organismo, forma quistes en músculos y cerebro, lo que puede influir en el comportamiento del huésped. En el caso de los lobos, la infección se asocia con una mayor propensión a asumir riesgos, como alejarse de la manada o involucrarse en disputas por el liderazgo. Estos hallazgos destacan cómo un parásito puede influir en la estructura social y el comportamiento de los lobos, aumentando la probabilidad de que los individuos infectados asuman roles de liderazgo dentro de sus manadas.