Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Jerusalén, descubre que los titíes, al igual que los humanos, utilizan sonidos únicos para referirse a otros individuos, lo cual los convierte en los únicos primates conocidos que emplean algo parecido a “nombres”. Este comportamiento es inusual entre primates, y la investigación sugiere que puede tener un propósito social avanzado.
Al analizar las vocalizaciones, los investigadores observaron que cada tití produce una versión distinta de estos llamados al dirigirse a otro, y que los destinatarios reconocen y responden a su “nombre”. Además, notaron que las llamadas podían cambiar según las relaciones y el entorno, reflejando una adaptación vocal compleja y particular de cada tití. Los autores sugieren que esta capacidad de distinguir y llamar a otros por un sonido particular podría haber surgido de una evolución convergente, en la que tanto humanos como titíes desarrollaron una estrategia similar para reforzar sus vínculos y coordinar sus interacciones.