La Unión Europea ha llegado a un acuerdo histórico para luchar contra la deforestación a través de una regulación pionera.
Siete productos que están en la base de buena parte de las hectáreas deforestadas en el mundo, solo podrán ser vendidos en el mercado europeo si no han contribuido a la degradación forestal en ningún lugar. Estos son: el aceite de palma, el cacao, el café, el caucho, el ganado, la madera y la soja, así como sus derivados, como la carne de vacuno, productos de cuero o de papel impreso, muebles, cosméticos o chocolate.