Se trata de un reptil de garras afiladas y dentadura de tiburón cuya lengua amarilla se mueve nerviosa cada vez que se abalanza sobre su presa.
El dragón, una criatura mítica que ha protagonizado numerosas historias heroicas a lo largo de la literatura, tiene sus raíces en el pasado ancestral de los humanos. La hipótesis sugiere que nuestra reacción ante el peligro, como el de serpientes o felinos, puede haber influido en la creación de estas criaturas. Los dragones combinan características de varios animales temidos, poblando el imaginario colectivo con su figura sobrenatural, presente en diversas culturas como China, Mesoamérica, el Mediterráneo y África.
El dragón de Komodo, uno de los grandes misterios de la ciencia, es un reptil impresionante con garras afiladas, dentadura similar a la de un tiburón y una lengua nerviosa. Su saliva contiene bacterias venenosas que pueden ser mortales para sus presas en poco tiempo. Este reptil, conocido científicamente como Varanus komodoensis, es el lagarto más grande del mundo y habita en la isla de Komodo, en Indonesia. Un ejemplar típico puede medir más de tres metros y pesar más de ciento sesenta kilogramos, desarrollando una piel de aspecto similar a una armadura medieval a medida que crece.