El lince ibérico ha superado el peligro de extinción, marcando un hito en la conservación en Europa. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha reducido su estatus de “En Peligro Crítico de Extinción” a “Vulnerable”, gracias a los esfuerzos de conservación que han permitido que su población pase de solo 94 individuos en 2001 a más de 2.000 hoy en día.
Los factores clave de esta recuperación incluyen el aumento de las poblaciones de conejos (su principal fuente de alimento), la mejora del hábitat, la reducción de las muertes causadas por el ser humano, la cría en cautividad y los programas de liberación de ejemplares. Sin embargo, a pesar de este avance, el lince aún enfrenta amenazas significativas, especialmente por la fluctuación de las poblaciones de conejos, que actualmente están más amenazadas que el propio lince.