Un equipo de astrofísicos, liderado por Luca Costantin, ha descubierto una galaxia hermana de la Vía Láctea, denominada ceers-2112. Este hallazgo, publicado en la revista Nature, fue realizado gracias a las imágenes captadas por el telescopio espacial James Webb.
Ceers-2112 se encuentra en una región del cielo entre las constelaciones de la Osa Mayor y el Boyero. Con una masa total similar a la Vía Láctea en sus primeros años, este descubrimiento desafía las ideas previas sobre la evolución de las galaxias espirales.
El estudio, coautorizado por Pablo G. Pérez González del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) en Madrid, revela que ceers-2112, a pesar de su juventud cósmica, ya presentaba una barra central, un rasgo común en las galaxias espirales maduras como la Vía Láctea. Este descubrimiento sugiere que las barras centrales podrían formarse mucho antes de lo que se pensaba, teniendo un papel crucial en la evolución de las galaxias y en la formación de sistemas planetarios como el nuestro.
La galaxia ceers-2112, bautizada así por el proyecto Cosmic Evolution Early Release Science, aporta evidencia crucial sobre la formación temprana de galaxias espirales en el universo. Este descubrimiento también ha sido aplaudido por la astrofísica mexicana Yetli Rosas Guevara, quien destacó la importancia del telescopio James Webb en la revolución de la astronomía, permitiendo observar las primeras galaxias formadas en el universo.
Este hallazgo no solo brinda una nueva perspectiva sobre la historia evolutiva de la Vía Láctea, sino que también abre la puerta a más investigaciones sobre la naturaleza de las galaxias en la infancia del universo.