Héctor Salvador Fouz, ingeniero aeronáutico español, logró una hazaña extraordinaria al descender a 10.706 metros en la fosa de las Marianas. A bordo de un sumergible compacto, se enfrentó a criaturas desconocidas en uno de los lugares más inexplorados de nuestro planeta.
Esta odisea no solo demostró proezas de ingeniería, sino que también reveló una preocupante realidad: la contaminación oceánica profunda. Héctor encontró desde PCBs prohibidos hasta plásticos y desechos de pruebas nucleares, incluso en estas profundidades remotas. Uno de sus hallazgos clave fue el Eurythenes plasticus, una especie cuyo estómago estaba lleno de plástico, reflejando el impacto humano en ecosistemas apenas conocidos.
Héctor enfatiza la resiliencia del océano y la rápida recuperación de zonas marinas protegidas. Su visión es sensibilizar a líderes y públicos sobre la conservación oceánica, mostrando la urgente necesidad de proteger nuestros mares.
Su historia no solo marca un récord, sino que también es un llamado a la acción para la conservación marina y la lucha contra la contaminación oceánica.